De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

jueves, 19 de junio de 2008

miércoles, 18 de junio de 2008

"Olas" de Nietzsche

Bien! ¡Olas caprichosas!
¿Irritadas contra mí os levantáis?
¿Y con rugidos de sorda cólera asediáis mi barca?
¡Ah, necias!, con mi remo vuestra cerviz aplasto;
y esa barca, con tan ciego furor vosotras mismas
a la inmortalidad la vais llevando.

F. Nietzsche

miércoles, 11 de junio de 2008

Tenderos



cartel de del Consejo Anarquista de Aragón
(tomado de http://www.sbhac.net/Republica/Carteles/Artel/Artel.htm)


El siguiente texto refleja la situación en Madrid en 1937, durante el asedio franquista en plena Guerra Civil. Existe una versión musicalizada por Francisco "Paco" Curto, pero me fue imposible conseguir el nombre de su autor hasta que, maravillas de Internet, di con un sitio web "El bujero del raton" ( http://www.xn--elbujerodelratn-8rb.com/pageID_5906114.html ) , cuyo webmaster gentilmente se comunico con Curto para solucionar mi duda)

Tenderos
Antonio Agraz

Calle abajo va el reguero de la cola mañanera.
Viejas que ya no trabajan porque se hicieron muy viejas,
viejas que arrastran los años sobre zapatos sin suelas,
niñas tan chiquirritinas, tan menudas, tan pequeñas,
que parecen sarpullido que les sale a las aceras.
Mozas algunas, muy pocas, porque el taller las espera.


Guardias con fusil al hombro, recomendando paciencia
a las que chillan airadas cuando una niña se cuela.
Las agujas de un reloj apuntan las ocho y media.
Chirría el cierre metálico de la puerta de la tienda,
los guardias montan la guardia frente al quicio de la puerta.

Da una palmada el tendero, abre el cajón la tendera.
La cola va desgranando junto al mostrador sus cuentas.
El tiburón de la caja, por sus fauces de madera,
se traga voraz los cuartos, duro a duro, perra a perra.

Lo que ha costado dos reales, se vende a cuatro pesetas,
lo que tres duros valía, diez duros o doce cuesta.
Se marchan las compradoras sin cupro en la faltriquera
y unos gramos, muy poquitos, de cualquier cosa en la cesta.

Chirrían de nuevo los cierres metálicos de la puerta,
muralla de acero clavan entre la calle y la tienda.
Gozosos, cuentan los cuartos, producto de mala venta,
el pequeño comerciante y su mujer, la tendera.

Y mientras ayunan hijos del que lucha en las trincheras,
los dos tenderos suspiran......

!!! Que no se acabe la guerra !!!!.




cartel de Mauricio Amster
(tomado de http://www.sbhac.net/Republica/Carteles/Amster/Amster.htm)

jueves, 5 de junio de 2008

Los ratones

Oxcutzcaab es un pequeño pueblecito situado justo en el centro de la península de Yucatán. La mayoría de sus habitantes son albañiles, oficio que se ha transmitido de generación en generación seguramente desde hace siglos, y del que están tan orgullosos como de su lengua, el maya.

Durante la década de los cincuenta del siglo XX, algún arqueólogo descubrió los talentos de los lugareños, y los comenzó a emplear para la restauración de sitios arqueológicos. En la actualidad, los especialistas compiten por conseguir a las mejores cuadrillas de los "ruineros de Oxcutzcaab", cuyos elementos poseen conocimientos de arquitectura prehispánica que harían palidecer a muchos arqueólogos titulados...

Esto viene a cuento porque en el cuaderno de un cabo de albañiles del lugar, entre cuentas de bultos de cemento y cal, la bitácora de los jornales y otras cuentas, se encontraba uno pequeñas rimas, a veces escritas en maya o a veces en español, como la siguiente:

"Me gusta la pepsi
me gusta la coca,
pero lo que más me gusta
¡es el sabor de tu boca!"

de ellas, rescato el texto siguiente:

Los ratones

Los ratones van a la escuela
de noche, con una vela.
Aprenden a comer el queso
y después, se dan un beso.
Aprenden a mover la cola
y a bailar en la cacerola.

La maestra les dibuja en harina
el mapa de la cocina.
Les muestra fotografías
de los gatos de la comisaría.

Los ratones vuelven de la escuela
con un cuaderno y una vela.
Triqui, triqui, trás
Triqui, triqui, trás

La trampa adelante
¡y el rabo detrás!

Alberto Be Ku

Albañil yucateco

martes, 3 de junio de 2008

De actualidad desde el Siglo de Oro

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Francisco de Quevedo y Villegas

El lobito bueno

EL LOBITO BUENO

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.

José Agustín Goytisolo