« […] Nunca se han visto héroes sin vientos borrascosos en las caricaturas japonesas. No hay drama sin la destrucción de una permanente. Nada más convincente, cloro está, que una mata de pelos enmarañados para evocar el valor, la fuerza de carácter del guerrero que lucha contra el mal simbolizado por aquel viento que se agita en vano. Inmóvil en el aire, eso no lo acabamos de entender, pero los japoneses, ellos lo saben muy bien. »