escaneo mi vida:
¡Números negros!
espacio irreverente,
desorganizado e indisciplinado
para perder el estrés...
En construcción, disculpe las molestias.
Mientras, tome usted media taza de café.
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:
«No haces más que ocultarme
el secreto último del Zen».
Y se resistía a creer sus negativas.
Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió el discípulo.
«¡Oh, prodigio maravilloso:
Puedo cortar madera
y sacar agua del pozo!»,
exclamó el Maestro de Zen cuando alcanzó la iluminación
Lo he comprendido al fin:
oigo un canto: veo una flor:
¡oh, que jamás se marchiten!
Netzahualcóyotl
Rey Texcocano, Siglo XV
3 comentarios:
Buen haiku poeta, es una gran verdad en medio de estos tiempo, cariños amigo
Pero sería que al escanear tu vida aparecieran los números rojos (sonrío).
Saludos
¡Uf, la vas librando! Mientras no hayan pérdidas, la verdad es que vas de ganancia.
Ojalá todos tuvieramos tu suerte. Bueno, tal vez tú seas de los que ven el "vaso medio lleno", eso te da una ventaja.
Salu2.
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