El domingo fui al mercado y me encontré esta escena ya en vías de extinción...
Espero que la foto tomada con celular refleje cuánta nostalgia puede caber en una sola canasta.
espacio irreverente,
desorganizado e indisciplinado
para perder el estrés...
En construcción, disculpe las molestias.
Mientras, tome usted media taza de café.
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:
«No haces más que ocultarme
el secreto último del Zen».
Y se resistía a creer sus negativas.
Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió el discípulo.
El domingo fui al mercado y me encontré esta escena ya en vías de extinción...
Publicadas por jimeneydas a la/s 12:32 p.m.
«¡Oh, prodigio maravilloso:
Puedo cortar madera
y sacar agua del pozo!»,
exclamó el Maestro de Zen cuando alcanzó la iluminación
Lo he comprendido al fin:
oigo un canto: veo una flor:
¡oh, que jamás se marchiten!
Netzahualcóyotl
Rey Texcocano, Siglo XV
2 comentarios:
Cuantos recuerdos!!!!!11 Si, antes nos divertiamos con tan poco, pero era tan lindo. Ahora los chicos se la pasan metidos en la compu
Es hermoso recordar nuestros juegos, yo en particular recuerdo mucho jugar con aserrín, pues mi padre era carpintero...los juegos cambian con el tiempo. Lo importante es no dejar de hacerlo.
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