Al
teclear la contraseña tenía las manos desplazadas a la derecha.
Entré a la cuenta de mi Doppelgänger.
¡Diantres!, escribe mejor que yo...
Secciones amansalocos
De "El canto del pájaro", Anthony de Mello
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:
«No haces más que ocultarme
el secreto último del Zen».
Y se resistía a creer sus negativas.
Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió el discípulo.
martes, 5 de noviembre de 2013
frustración
Publicadas por jimeneydas a la/s 10:50 a.m.
Etiquetas: microcuentos
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