Nos simpatizaron y aceptamos algunas de sus propuestas, (ellos, tan serios, traían un muestrario de bocetos y de trabajos que ya han hecho en otros muros). Ayer, el día acordado, llegaron temprano seis de ellos y comenzaron su labor... que les llevó todo el día.
Con todos los nervios del mundo, decidimos no interferir, y sólo salimos a ver cuando nos avisaron que habían terminado. Lo que nos encontramos fue esto:
2 comentarios:
¡NO PUEDE SER! En Costa Rica, los mocosos (entiéndase por muchachillos entre los 14 o los veintitantos años, sin oficio ni beneficio) no piden permiso para nada: solo agarran la lata, y lo mismo les da rayar un bus que la pared de un museo (y sí, sí lo hacen! Son unos bárbaros!).
En lo personal no me gustó mucho el resultado de tu pared, pero me agrada la idea de que pidieran tu consentimiento y hasta entablaran una relación "profesional", por así decirlo.
Y es como lo has dicho: fomentaron el arte al darles el permiso y, más importante aún: LA CREATIVIDAD.
Al menos se ve que esos "chavos" lo hacen porque se lo toman en serio (como arte, quizá?), no porque andan vagabundeando sin nada bueno que hacer. Creo que sin conocerlos, hasta me caen bien, jajaja
Igual que Ángela quedé anonadada de que te pidieran permiso para hacerlo.
Muy pero muy bien. Algo que no se ve todos los días y mucho menos por acá.
No es la octava maravilla, pero no quedó nada mal. Propio y muy crativo.
Me alegra de que les hayas permitido hacerlo.
Saludos,
Rocío.
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