... extraída del tintero de los clásicos:
‒Cuando veo
flotando esos punticos infinitos… [Las manchitas que se ven flotando en el ojo
cuando uno voltea hacia un espacio vacío] ‒volvió a repetir Uryu‒ me parece que
son mi propia existencia, el mundo de mi propio corazón. Mis pecados y mi vergüenza
se convierten en una nube gris de polvo que llena el espacio vacío…
‒¡Uhm! ‒ musité.
Y durante un rato no hice ningún comentario.*
(Acabo de
descubrir por casualidad a este autor japonés,
Premio Nobel de Literatura en 1968.
Premio Nobel de Literatura en 1968.
Estoy fascinado.)
* “Con
naturalidad” en Kawabata Yasanuri, Primera nieve en el monte Fuji, Norma-Verticales
de bolsillo, Bogotá, 1998, p. 63.
4 comentarios:
Yo lo descubrí hace mucho con un libro que se titula "Una grulla en la taza de té", pero no he vuelto a leer nada más de él. Abrazos
Según los críticos, de él hay que leer "El maestro de go"
Hoooooola, ya regresé de donde andaba.
Me gustó el fragmento, ahora estoy leyendo a otro escritor japonés y creo que voy a buscar alguno de éste autor que recomiendas.
Un gusto visitar tu blog nuevamente. Salu2.
De Yasunari Kawabata te recomiendo leer "La casa de las bellas durmientes", "de lo bello y lo triste", "la bailarina de Izu", este ultimo es un bellisimo texto que describe con una delicadeza el paisaje imperial de Kyoto y una historia de amor en medio de sus paisajes, simplemente exquisito. "Mil Grullas" también es una delicia de leer en una tarde fria y lluviosa.
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