El Novato decidió buscar por cuenta propia la verdad sobre el sentido de la vida.
En Google tecleó «sentido de la vida». «La vida no tiene sentido, hay que dárselo», leyó en el primer resultado. Decidió que era una frase que convenía meditar.
Conmovido ante tanta ingenuidad, Dios le concedió un momento de Su Tiempo, del Tiempo de Dios.*
Esa noche, el Novato soñó que acompañaba a Dios en una cacería por el bosque. «¿Habrá algo más absurdo?» pensaba el Novato en su sueño, «¿que el Creador atentando contra su propia obra?, ¿para qué cazarlas, si todas las criaturas acudirían a su llamado? »
Y Dios, satisfecho de que el libre albedrío fuera vigente aún en el mundo onírico, concedió al Novato otra gracia: la de recordar, al despertar, que «una respuesta no tiene sentido, si la pregunta no está bien hecha».**
* el concepto el tiempo de Dios» está tomado del cuento Mohawk, de Howard Fast.
** La frase está tomada de “La mano izquierda de la oscuridad”, de Úrsula K. Le Guin.
7 comentarios:
Excelente!!!!!
La vida no tiene un sentido cada uno mueve los hilos hacia su propio destino, un abrazo
Un bocadito de sabiduria!!!!
Excelente relato..
Me lo llevo en la mente :)
que bonito...
Novato finalmente, novato. Éste es un buen cuento de minuto, para recordar por horas cada día.
Gracias y salu2.
Muy bueno... muy interesante...
Vaya, este mini-cuento irradia sabudiría por todos sus poros!
Quizás habría que preguntarse cual es la vida de los sentidos.
Saludos
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