Si el olfato es el sentido que despierta los recuerdos y las emociones más vívidas e intensas... ¿por qué será que nos impulsan a vivir en un mundo cada vez más deodorizado?
Evitamos los olores de nuestros cuerpos, de nuestras casas, y en su lugar compramos aromatizadores y desodorantes... ¿Será un "compló" para que uniformemos nuestras emociones?
Secciones amansalocos
De "El canto del pájaro", Anthony de Mello
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:
«No haces más que ocultarme
el secreto último del Zen».
Y se resistía a creer sus negativas.
Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió el discípulo.
viernes, 20 de marzo de 2009
y yo me pregunto...
Publicadas por jimeneydas a la/s 8:47 a.m.
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1 comentario:
jeje, buena reflexión... aunque hay olores que mejor no acordarse... pero por más que haya aromatizadores los olores estarán siempre allí.
saludos
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