espacio irreverente,
desorganizado e indisciplinado
para perder el estrés...
En construcción, disculpe las molestias.
Mientras, tome usted media taza de café.
El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:
«No haces más que ocultarme
el secreto último del Zen».
Y se resistía a creer sus negativas.
Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió el discípulo.
Para las personas que, como yo, consideren el mundo musical como algo sumamente misterioso (aunque fascinante), la tecnología nos propone vehículos para que las cosas se nos aclaren un poco.
Publicadas por
jimeneydas
a la/s
4:25 p.m.
«¡Oh, prodigio maravilloso:
Puedo cortar madera
y sacar agua del pozo!»,
exclamó el Maestro de Zen cuando alcanzó la iluminación
Lo he comprendido al fin:
oigo un canto: veo una flor:
¡oh, que jamás se marchiten!
Netzahualcóyotl
Rey Texcocano, Siglo XV
6 comentarios:
me encanto este post!
un video muy interesante!
Muy bueno!
Pasando a saludarte y a dejarte un generoso y cálido abrazo
Beatriz
Qué buena entrada!! Cómo dudar de la genialidad de ésos artistas. Casi terminan "escribiendo" una cadena de ADN. Muy interesante.
Salu2.
La vida misma es música. Interesante tu entrada. Muchos saludos desde la tierra de Bach :-)
Impresionante!!Cuanta genialidad wow!Me encanto gracias por compartirlo;)
¡Ah! Qué rico es venir a tomarse una tacita de café a este rincón, sobre todo cuando la locura no logra organizarse ni escribiendo. A veces, además hace falta música, buena lectura y agradable compañía.
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