«Siempre me he preguntado por qué los poetas no incluyen al servicio y a la cocina en sus cuentos. ¿Acaso no es ésa la razón de que se libren las grandes guerras y las batallas? ¿Para que el día de mañana una familia pueda comer reunida en una casa en paz? La historia nos cuenta cómo los Señores de Manva cazaban y recogían raíces para la cena, mientras acampaban en el exilio, al pie de las montañas de Sul, pero no menciona que sus esposas e hijos vivieran en la ciudad que había quedado en ruinas, asolada por el enemigo. De algún modo se las apañarían para procurarse alimentos, limpiar la casa y venerar a los dioses, igual que hicimos nosotros durante el asedio y bajo la tiranía de los aldos. Cuando los héroes regresaban de la montaña, siempre se les agasajaba con un banquete. Me gustaría saber en qué consistía la comida y cómo se las apañaban las mujeres.»
1 comentario:
Cierto... muchas logros de la humanidad requirieron apoyo en el que uno rara vez piensa y rara vez reconoce.
Como un fulano que escribió una vez que la mayoría de los grandes inventos se los debemos a los hombres... pero esos hombres seguramente tenían esposa, madre, hija, hermana o ¿por qué no? quizá un ama de llaves o servidumbre, que se encargaban de atenderlo, cocinarle, limpiarle y alimentarle para que no tuviera otra preocupación que dedicarse a sus investigaciones.
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