De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Miscélanea de conocimientos inútiles...

1. Los neanderthales eran pelirrojos

2. El primer perro rastreador de excrementos de ballena en el mundo se llama "Fargo" y puede olfatear su cometido desde una distancia de dos kilómetros.
(Corolario: del dato anterior, se puede inferir otro aún más inútil, los excrementos de ballena !flotan!)


3. Existe la palabra "Eutrapelia" y no es otra cosa más que "
la virtud que nos ubica en el justo medio entre el espíritu de relajación lúdica y el exceso en la seriedad" o, en palabras simples: la virtud que modera el exceso en la diversión.


1 comentario:

Ricardo Guadalupe dijo...

Hola! ya decía yo que el quid estaba en el término medio, lo que no sabía es que tuviera nombre y que ese nombre fuera eutrapelia, me lo apunto, nunca se sabe...

Lo de la leyenda de los pelirrojos no es la primera vez que la escucho, también se dijo lo mismo de Jesucristo, que era pelirrojo, eso leí en "Caballo de Troya", de JJ Benítez, uno de los libros de ciencia-ficción de referencia. Me gusta mucho la ciencia-ficción.

Y al enterarme de la existencia de "Fargo", no he podido evitar imaginarlo acompañando al capitán Ahab en su búsqueda de Moby Dick. Necesito pocas excusas para que me venga a la cabeza esta novela, sobre todo su principio: "Llamadme Ismael".

Está fenomenal recorrer tu blog, sobre todo acompañado de la extraordinaria música de Barry Lyndon. Muchas gracias además por haber puesto un enlace al mío. Siempre me he sentido muy vinculado a México, tengo algún ascendiente mexicano por parte de abuela, y ahora a través de internet he vuelto a abrir nuevas vías de contacto con México. Fantástico.

Nos seguimos leyendo.
Un abrazo,
Ricardo