De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

martes, 30 de junio de 2020

fin del almuerzo
al limpiar los manteles
hay granos de sal

martes, 23 de junio de 2020

Surgen recuerdos
del olor a basura
de la cocina.

jueves, 11 de junio de 2020

La soledad de los números primos

« Fabio no se había llevado muchas cosas más; los muebles continuaban en su sitio y el armario seguía lleno de ropa suya. Sólo entre los libros del salón vio algunos huecos, espacios negros que hablaban del hundimiento de un mundo; mirándolos, Alice comprendió por primera vez que la separación era un hecho, una realidad cruda, práctica, objetiva. »

 

Giordano, Paolo: La soledad de los números primos.

Barcelona, Salamandra (Narrativa), 2011. p. 232.


martes, 9 de junio de 2020

piso rugoso
va perdiendo sus cerdas
la escoba vieja

viernes, 5 de junio de 2020

Paolo Giordano, La soledad de los números primos

«De la fotografía, a Alice le gustaba más el gesto que el resultado; le gustaba abrir la recámara, insertar un nuevo carrete, desenrollar la película unos centímetros e introducirla en los dientes de la guía, pensar que aquella cinta virgen se llenaría pronto de cosas y no saber cuáles, tomar las primeras fotos al tuntún, encuadrar, enfocar, inclinarse adelante o atrás, incluir o excluir a su antojo partes de realidad, ampliar, deformar las imágenes...

Cada vez que apretaba el disparador y oía el clic y el leve rumor que lo seguía, se acordaba de cuando era niña y cazaba saltamontes en el jardín de la casa de montaña. Con las fotos hacía lo mismo, pensaba: atrapar el tiempo en su salto de un instante al siguiente y fijarlo en el celuloide.»

 

Giordano, Paolo: La soledad de los números primos.

Barcelona, Salamandra (Letras de bolsillo), 2011, p. 129.