De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

y va de Cuentuito


El medium debió cambiar su oficio. Cada que entraba en trance lo contactaban las ánimas de nigromantes condenados por contactar a los muertos.

viernes, 9 de diciembre de 2016

La primera mujer, Nedim Gürsel



«Alargar la mano y tocar esa voz. Poder sentir su calor. Percibir primero su dulzura, luego su blancura deslumbrante. Poco a poco poder cogerla de la mano, a esa voz. Acariciar su rostro, sus cabellos. Poder respirarla hasta la ebierdad. La voz habla, es cierto. Pero lo que dice poco importa. Solo cuenta su existencia, su murmullo sofocado. […]»


Gürsel, Nedim: La primera mujer.
Barcelona, Martínez Roca, 1989. p. 65.