De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Para todo mal, mezcal

Para todo mal, mezcal,*
para todo bien, también.
Y si no hay remedio, ¡pues litro y medio!

Poco después de que naciera mi hija, mi suegro decidió olvidar que prácticamente me robé a mi esposa sin pedir su mano ni nada del ritual. Para iniciar los acercamientos, me obsequió una botella.

--Es mezcal minero de puntas --dijo, y me regaló el primero de muchos relatos campiranos, leyendas y anécdotas que le escucharía durante los siguientes diecisiete años.

Mientras compartíamos un caballito del licor viendo la duración del perlado en el líquido ambarino, me contó:

"Está bueno porque lo hacen en un cerro donde los matones son tan matones que los matones de alrededor les tienen tantísimo miedo, que sólo se desquitan con habladas: que ahí nadie lleva los huaraches en los pies: los cargan en el antebrazo, así ni se les gastan y los usan de escudo a la hora de los machetazos. Y que en las fiestas, bailan el Himno Nacional y 'Las Mañanitas'."

De momento pensé que me estaba tomando el pelo. Después descubrí cuán frecuentemente en cada pueblo se burlan de sus vecinos diciendo lo mismo, si acaso cambian la música que se dice que "bailan"..., aunque cueste trabajo imaginar a alguien bailando "Las golondrinas".

Ante tan buen licor, sellé la botella y la puse a añejar. De esto hace casi veinte años y aunque no han faltado motivos de festejo, lo sigo reservando para una ocasión especial. Pero ahora me asalta una duda: ¿No me tocará regalarla para iniciar el acercamiento con un yerno poco tradicional?


*Mezcal:
Licor obtenido de destilar el cocimiento del corazón de varios tipos de agaves.
El tequila es un tipo especial de mezcal.

lunes, 28 de septiembre de 2009

maltrato

Cuántos misterios
tras las cicatrices
del lápiz mordido



jueves, 24 de septiembre de 2009

Tonto es el que presta un libro...
y más tonto quien lo regresa

Lo confieso, lo soy por partida doble

Siempre regreso libros, discos (en su tiempo lp o casetes) y películas.
Sólo hay uno que no devolví (una joya, por cierto:
Obras completas de Antoine Saint Exupéry, impreso en papel biblia con pastas de cuero azul), y no porque quisiera quedarme con él. Lo pedí prestado a una pareja, ambos amigos míos. Mientras lo leía, ellos rompieron de manera por demás dolorosa. Como la dedicatoria y su respuesta en la portadilla les hubieran despertado recuerdos muy amargos, pues me quedé con él.

En cambio, nunca he podido superar la compulsión de prestar aquellos libros que por alguna razón decido que alguien debe leer o por querer compartir lo bien que me sentó algún título (a veces también un poquito por presumir algún descubrimiento).
Tantos de esos tomos no regresaron que abandoné la costumbre de anotar en mi "padrón de la ignominia"* a los deudores. Aunque no muchas veces logro reponer el título faltante, sigo recayendo en prestar literatura, textos académicos, cds, dvds... y prefiero considerarme precursor de "Libera un libro".

El aspecto positivo es que la explosión bibliográfica se mantiene controlada, pese a que sigo comprando más de lo que puedo leer y de repente me encuentro alteros de libros por toda la casa, cuando la idea original es que estuvieran todos juntos.

Y es que es fácil hacerse de libros, pero no de libreros, y menos cuando se vive en un clima que impone las maderas duras (ayacahuite como mínimo, pues el cedro está cada vez más caro) para evitar la polilla... lección que aprendí después de que fue arrasada una parte >Filosofía >Materialismo histórico. La plaga se detuvo con Mao Tse Tung, quizá fue demasiado denso aún para los gusanitos que devoraron con gusto el estante prefabricado junto con Marx, Engels y Lenin.


Con todo, sigue siendo un gran problema acomodar a los recién llegados. Se tienen que adaptar a la clasificación creada hace mucho, en su origen bastante racional pero ahora más complicada que la de El nombre de la rosa.
Con los académicos no hay tanto problema, se ordenan por disciplina y subdisciplina, aunque algunos temas, imponen su jerarquía, y así uno que debería ir con los de >Arte prehispanico, va a dar a >Tula o a >Estado de Guerrero.

Los de literatura, en cambio, sólo los localizo casi de memoria. Por ejemplo, los libros de ciencia ficción y literatura fantástica tienen su propio mueble, acomodados por orden alfabético según el apellido de su autor.
¿Pero quién me dijo que
La guerra de las salamandras emigrara desde >Literatura europea >Europa oriental >Checoslovaquia y esté entre cuentos de robots y naves espaciales? o que las novelas históricas de Úrsula K. Le Guin estén con sus compañeros de literatura fantástica y no en >Novela norteamericana? ¿Drácula debe quedarse en la sección de >Clásicos o fundar su propio apartado en >Literatura fantástica >Vampiros?, y La guerra del fin del mundo nunca dejará la >Latinoamericanos > V >Vargas Llosa, por más que la llamen sus compañeras desde >Novela histórica.

Por cierto fetichismo, no tiro a la basura ningún libro. Eso sí, nunca he dudado al mandar a alguno a los anaqueles más inaccesibles, una especie de limbo, la >Monstruoteca.


*
Padrón de la ignominia o de la infamia:
"Nota pública de infamia o desdoro que queda en la memoria por una mala acción." En algunos archivos virreinales se anotaba así el registro de nacimiento de los individuos con sangre africana.

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿no has entendido nada?
Cabeza de Buda

Hace tiempo me di cuenta de que las películas que más me gustan son aquellas en las que es más difícil contestar al clásico "¿y de qué se trata?".
La redención, la búsqueda del perdón, y de aprender a perdonar sólo son algunos de los temas subyacentes en este estupendo filme recién estrenado.
Enmarcado por la constante presencia de la ciudad de México en sus distintos sectores que llega a funcionar como otro personaje, se desarrolla una trama cada vez más apasionante en que los personajes hacen un viaje interior empujados por circunstancias que los alejan más y más de su entorno y comodidad cotidiana, obligándolos a enfrentar su incapacidad por manejar los sentimientos propios y ajenos.

La pregunta constante a lo largo de la trama es "no has entendido nada, ¿verdad?", como reacción a la tendencia de optar por las salidas fáciles que conducen de regreso al punto inicial idealizado como carente de problemas, pero que, contrario al mito del eterno retorno, resulta imposible después de pasar por las experiencias terribles, pero liberadoras, a las que someten los personajes principales.
El final del viaje se da cuando se percatan que la redención solo es posible al abandonar el egoísmo-egotismo, para lograr el perdón del otro logrando que el otro se perdone a sí mismo.
Como película tiene un mundo de puntos favorables. Excelentes actuaciones que son realzadas por una magnífica iluminación y un sonido de la mejor calidad (aspecto desgraciadamente muy descuidado en las películas mexicanas) que resalta la pista musical de lo más adecuada a la trama.
Y sobre todo, una dirección que supo llevar al filme desde lo que al comienzo se presenta como una telenovelota llevada a la pantalla grande hasta uno de esos raros momentos en se sale de la sala de cine y no para de recomendar: "No pueden dejar de ver Cabeza de Buda".

viernes, 18 de septiembre de 2009

una pequeña semilla de linaza, mordida entre los dientes, para romper el ayuno.

la broma que le hago a una de mis perras, la que carece de sentido del humor.

las flores que compré para mi esposa a una vendedora ambulante .

una mariposa que sobrevuela despreocupada sobre unas hormigas afanadas.

la sonrisa de una niña que será muy guapa.

un arcoiris doble, muy cercano y luminoso.

varios descubrimientos de escritos bellos, mientras escucho viejos boleros de Julio Jaramillo.

¡la vida es bella!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Del tintero de los clásicos...

una gotita:

"Las manos se toman de las manos y los ojos se quedan en los ojos...
Así comienza la historia de nuestros corazones.
Es noche de marzo, noche de luna.
Y el dulce olor del Henneh va en el aire.
Caída está mi flauta y olvidada,
y tu guirnalda de flores está sin terminar..."

Rabindrabath Tagore

jueves, 3 de septiembre de 2009

¡Bostecemos! *

RECETA PARA LOGRAR
UN BOSTEZO
DE LA MEJOR CALIDAD


Primer método

1. Cierre la boca.
2. Pase la punta de la lengua por el velo del paladar tan atrás como pueda, y muévala de lado a lado varias veces, de modo que toque los nacimientos de los terceros molares superiores.
3. Al empezar a sentir el deseo de bostezar, con la boca aún cerrada deje reposar completamente abajo la lengua y comience a abrir voluntariamente la musculatura de la garganta
4. Cuando sea irresistible, abra la boca y dé un gran y profundo bostezo.

Nota: si puede, hágalo enfrente de varias personas y diviértase viendo como se contagian, jeje

Segundo Método

punto único: Lea las siguientes entradas de este blog... (sigh)


* Bostezo:
Acción incontrolada de abrir la boca, con separación muy amplia de las mandíbulas, para realizar una inspiración profunda a la que sigue una espiración de algo menos de lo inhalado, con cierre final. Cuando se bosteza, además, se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierran o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio y se realizan muchas otras, aunque imprecisas, acciones cardiovasculares, neuromusculares y respiratorias