De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

martes, 31 de diciembre de 2013

y esto es lo que pasa...

... cuando hay mal tiempo en plena temporada alta de un destino turístico... de un país donde a la gente le gusta leer.

« [...] Las gotas de lluvia formaban miles de cercos sobre las olas.
La principal librería del pueblo estaba abarrotada. Era de esperar que, con el día que hacía, los veraneantes acabaran comprando algo para leer. [...]» *


¿Adivinaron dónde?, pues en un "apacible pueblecito costero en la península de Izu, que vive de la pesca y el turismo, cerca de Tokio".

y en ese pueblecito ¡hay librerías!


* Yoshimoto, Banana:
Tsugumi, México, 2008, Tusquets editores (Andanzas 653), p. 85.

sábado, 28 de diciembre de 2013



«[…] No, no fue así. La verdad es que íbamos muy contentas, riéndonos y diciendo bobadas. Pero aunque entonces creyera que me divertía, ahora, al rememorar aquel momento, sólo me vienen a la mente imágenes lúgubres, como la oscura noche o las tenebrosas sombras que proyectaban los postes del teléfono y las papeleras. Así recuerdo aquella noche.»


Yoshimoto, Banana: Tsugumi,
México, Tusquets editores (Andanzas 653), 2008, p. 34.

viernes, 20 de diciembre de 2013

« [...] yo contesto que no se puede expresar en palabras lo que nunca estuvo en palabras. Uno puede probar sólo con aproximaciones, y el mejor esfuerzo no puede sino distorsionar la verdad, hacerla más burda. Pues debo transformar percepciones en palabras y anotarlas tal y como mis habilidades me lo permiten, y después debes recoger mis palabras escritas y traducirlas al sistema de percepciones que tu mente habitualmente usa, y en cada etapa de esta transmisión se diluye un nivel de densidad hasta que sólo queda la sombra de lo que realmente sucedió [...] »

Silverberg, Robert: Tiempo de cambios
México, Roca (Súper Ciencia Ficción), 1988, p. 150.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mueve las toallas
el viento que entra
por la ventana.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Correr del tiempo.
La vieja cicatriz
se desvanece.

martes, 26 de noviembre de 2013

En silencio
se diluyen las luces
del atardecer.

domingo, 24 de noviembre de 2013

testimonios de escritor...

Robert Silverberg, en la introducción a su obra Tiempo de Cambios [1971]:

"« [...] Rompí a sudar y me pregunté cómo podría llegar al otro extremo de mi libro con mi juicio razonablemente intacto. Entonces respiré hondo, me dije a mí mismo que no estaba escribiendo mi libro como un ejercicio acrobático ni como ninguna penitencia, y volví al trabajo. Y, por fin, terminé la novela, que se publicó y ganó un premio Nebula como el mejor libro de ciencia ficción en 1971, y viví felizmente desde entonces para siempre, y nunca volvi a exigirme otra vez un ejercicio parecido. »

Silverberg, Robert: "Introducción" a Tiempo de Cambios. México, Ediciones Roca (superficción - segunda época), p. 9.

sábado, 23 de noviembre de 2013

No suelo...

... ventilar los problemas del mundo en este blog, con todo lo grotesco que pueden ser, pero esto se me hizo demasiado para pasarlo por alto: Contrabando de colibríes:

viernes, 22 de noviembre de 2013

Suelo caliente.
Un gusano medidor
busca la sombra
.

jueves, 21 de noviembre de 2013

"Me siento como un pintor que, tras haber pasado años para lograr dominar determinados pinceles, ha puesto fin a todos los pinceles. Un pintor que, en su esfuerzo por acercase a la luz, ha arrojado sus pinceles al fuego para avivar la luz de las llamas. No me queda más que pintar con las manos."

Nepo, Mark: Siete mil maneras de escuchar, México, Aguilar, 2013, p. 11.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Paz

Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve.

Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen.
 
Alfonsina Storni

jueves, 14 de noviembre de 2013

Cuando falla la gravedad

« [...] Te da la sensación de estar metido en el sueño de otro, no te sientes real. Te dices: «Esto no me está ocurriendo de verdad, me ha sucedido hace muchos años y sólo lo estoy recordando». A los pocos segundos, te das cuenta de que lo estás viviendo, que te encuentras aquí y ahora, y el desconcierto inicia un círculo de angustia y un sentimiento de irrealidad cada vez mayor. Algunas veces no estás seguro de dónde tienes los brazos y las piernas. Te sientes como si alguien te hubiera esculpido en un trozo de madera por la noche, y que si te portas bien, un día llegarás a ser un muchacho de verdad. «Pensamiento» y «movimiento» son conceptos desconocidos porque son atributos de los vivos. [...]»

Effinger, George Alec:
Cuando falla la gravedad
Madrif, Martínez Roca, 1989.

martes, 12 de noviembre de 2013

Crepúsculo gris.
Nacen en su silencio
risas de niños.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Tomado de un cuento sufí

¿Acaso es mi gratitud un simple cambalache
o una convicción,
o se trata de algo que ha madurado
en mi corazón?

martes, 5 de noviembre de 2013

Los lectores varados

"Los lectores varados",
en Manso, Gilda:
Matrioska, México, Ed. Educación y Cultura, 2012, p. 62.


frustración

Al teclear la contraseña tenía las manos desplazadas a la derecha.
Entré a la cuenta de mi Doppelgänger.
¡Diantres!, escribe mejor que yo...

sábado, 26 de octubre de 2013

Prado vacío
dejan los leñadores
olor a resina.

viernes, 25 de octubre de 2013

¡Cuánto misterio!
Ni una sola nube
y huele a lluvia...

jueves, 24 de octubre de 2013

Pareidolia....

:(
Y ahora me vienen con otro término científico para quitarle la magia a mi mundo...

Ahora sé que lo que inspira mis haikucitos se llama "Pareidolia": «fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) percibido erróneamente como una forma reconocible. De esta forma, hay quien puede ver formas de animales u objetos en las nubes o rostros en la corteza de los árboles u objetos que están a la vista de todo pero es el cerebro e imaginación lo que le da forma.»

lunes, 21 de octubre de 2013

Lluvias de otoño.
A pata suelta duermen
tres de mis perras.

sábado, 19 de octubre de 2013



« […] Pero ello no nos habría parecido tan extraño si hubiésemos tenido presente que, contrariamente a todas las apariencias, los pingüinos son aves.

            No habríamos debido suponer que, porque sus textos se parecen al delfinés en la forma, el pingüinés debía parecerse al delfinés en el contenido. Y ciertamente no es así. Se da, desde luego, el mismo ingenio extraordinario, los destellos de loco humor, la inventiva, la gracia inimitable. En los miles de literaturas de los peces, sólo unas pocas muestran ciertos rasgos de humor, humor que suele ser de un tipo bastante simple y primitivo; y la soberbia gracia del tiburonés o del tarponés es del todo diferente de la gozosa vitalidad de todos los textos de los cetáceos. La alegría, la vitalidad y el humor son compartidos por los autores pingüinos, y también por muchos de los mejores auteurs focas. La temperatura de la sangre constituye un vínculo. Pero la estructura del cerebro y del útero representa una barrera. Los delfines no ponen huevos. Este hecho tan simple conlleva un mundo de diferencias.

            Hasta que el profesor Duby nos recordó que los pingüinos son aves, que no nadan sino que vuelan en el agua, no pudo el zoolingüista empezar a comprender la literatura marina del pingüino. Hasta entonces no se pudieron volver a estudiar y apreciar en todo su valor los kilómetros de textos ya filmados.

            Pero la dificultad de la traducción persiste. […] Ninguna versión verbal puede acercarse a la feliz interpretación de la señorita Serebryakova, pues es sencillamente imposible reproducir en palabas la importantísima multiplicidad del texto original, tan bellamente interpretado por el coro del Ballet de Leningrado. […] Nada que se exprese sólo en palabras puede ser completo.»

Le Guin, Úrsula K.
“La autora de las semillas de acacia y otros fragmentos de la Revista de la Asociación de Zoolingüística”,
en La rosa de los vientos, Edhasa, Barcelona, 1987, pp. 17-18.

lunes, 7 de octubre de 2013

Nunca había encontrado una N. del T. (nota del traductor) tan emotiva:

"Las 'medias' en francés son bas, palabra que en francés también significa 'bajos'. Esto da pie a pie a una ambigüedad que no existe --ay-- en castellano y que afecta, además el título del presente capítulo. (N. del T.)"

"Las medias de Estelle", en Merogis, Fleury: El espectador anónimo, México, Roca-alcor (La fuente de jade), 1989, p. 45.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Arbusto al sol.
En las umbras centrales
un pajarillo.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Hay nubes blancas

Tras los días de tormenta
Airear la casa

lunes, 26 de agosto de 2013


Llueve de nuevo
El caracol persiste:
 
sube su muro.

miércoles, 21 de agosto de 2013

De Wislawa Szymborska

Ayer me porté mal con el cosmos.
Viví todo el día sin preguntar por nada,
sin sorprenderme de nada.
Realicé acciones cotidianas
como si fuera lo único que tenía que hacer

Wislawa Szymborska / Polonia, 1923 - 2012

martes, 20 de agosto de 2013

Vientos nuevos.
La vecina asolea
sus almohadones.

sábado, 17 de agosto de 2013

Mira al cielo
mi perra cuando oye
piar los pájaros.

jueves, 15 de agosto de 2013

martes, 6 de agosto de 2013

"There is a tide in the affairs of women,
which, taken at the flood, lead --- God
knows where."

Lord Byron

domingo, 28 de julio de 2013

Noche profunda.
Los juerguistas no vieron
la estrella fugaz.

viernes, 26 de julio de 2013

Se refleja 
en el charco de mierda
el azul del cielo

lunes, 22 de julio de 2013

"Estar sentado en la posición de firme, con el cuerpo rígido, las manos pegadas a las rodillas, los ojos clavados hasta enceguecer en la amarillenta pared de esta cárcel de Palacio Petschek no es, en verdad, la postura más adecuada para reflexionar. Pero, ¿quién puede forzar al pensamiento a permanecer sentado en posición de firme?"


Fucik, JuliusReportaje al pie de horca, Madrid, Akal ediciones, 1985, p.5
escrito en la cárcel de la Gestapo de Prankrác, Praga, durante la primavera de 1943.

(subrayado mío)

viernes, 12 de julio de 2013

" [...] Salgo a cenar a una pizzería cercana. Estoy bastante tranquilo. En realidad, aún no acuso el impacto de lo que me ha sobrevenido. ¡Qué extraño que pueda aceptarlo tan bien! Pero sé que en cualquier momento se precipitará sobre mí, me aplastará, me hará pedazos; lloraré, gritaré, me golpearé la cabeza contra las paredes. Pero por ahora estoy asombrosamente sereno.
Tengo una extraña sensación póstuma, como de haberme sobrevivido a mí mismo. Y una sensación de alivio: el suspenso ha terminado, el proceso se ha completado, ha llegado la muerte, y he sobrevivido. Desde luego, no creo que este estado de ánimo dure mucho. He perdido algo que era central en mi existencia, y ahora espero la angustia, el pesar y la desesperación que, sin duda, no tardarán en aparecer. [...]"


Silverberg, Robert:
Muero por dentro, México, Roca (Súper Ciencia Ficción 104), 1987, p. 146

confesiones...

Definitivamente, en mi vida anterior fui ¡Sargento! (o a lo mejor prefecto de secundaria...)
Si hay algo que me pone irracionalmente de mal humor son las filas (en el cajero automático, para entrar al metro, etc.) mal hechas, y más si el(la, los) que están detrás de mí en vez de mantener su lugar distancia se ponen junto a mi hombro...
¿Tan difícil es hacer una cola bien hechecita? (que raro, nunca había escrito esta última palabra) ¡sin gente que deje huecos o haga que la línea tome curvas medio extrañas!


Perdonenen el exabrupto, prometo en la medida de lo posible no ventilar más mis fobias (o filias), porque fíjense que otra cosa que me "saca la piedra" (como dicen mis amigos venezolanos) son los cables torcidos de los cargadores de celular...

jueves, 11 de julio de 2013

Creció la ciudad.
Sólo en mis recuerdos
veo luciérnagas.

lunes, 8 de julio de 2013

"muero por dentro"

" [...] Ni siquiera en el apogeo de su fuerza, mi poder pudo penetrar en la conciencia de la Compañía Norteamericana de Teléfonos y Telégrafos. Suspirando, tras la quinta señal, levanto el auricular y oigo la dulce voz de contralto de mi hermana Judith.

- ¿Interrumpo algo? - Comienzo típico de Judith.
- Una tranquila noche en casa. Estoy haciendo un trabajo sobre La Odisea para un estudiante. ¿Tienes alguna idea brillante para mí, Jude?
- Hace dos semanas que no llamas.
- Estaba en bancarrota. Después de la escena de la última vez, no quería sacar a relucir el tema del dinero, y últimamente ha sido el único tema del que se me ocurre hablar, así que preferí no llamar.
- Tonterías - dice -, no estaba enfadada contigo.
- Parecías estar verdaderamente furiosa.
- No quise decir todo eso. ¿Por qué pensaste que hablaba en serio? ¿Sólo porque estaba gritando? ¿De verdad crees que te considero un... un... qué fue lo que te dije?
- Una sanguijuela inútil, creo.
- Una sanguijuela inútil. Tonterías. Esa noche estaba nerviosa, Duv; tenia problemas personales, y además estaba a punto de venirme el periodo. Perdí el control. Me limitaba a gritar las primeras estupideces que pasaban por mi cabeza, pero ¿por qué creíste que hablaba en serio? Precisamente tú deberías haber sabido que no lo decía en serio. ¿Desde cuándo le das un valor literal a lo que dice la gente cuando habla?
- También lo estabas diciendo con la cabeza, Jude.
- ¿De veras? - De repente, su voz suena sumisa y arrepentida -. ¿Estás seguro?
- Me llegó con fuerza y claridad.
- ¡Por Dios, Duv, compréndelo! En ese momento de acaloramiento pude haber estado pensando cualquier cosa. Pero debajo de la furia, debajo, Duv, tenías que haberte dado cuenta de que no hablaba en serio. Que te quiero, que no deseo alejarte de mi. Eres todo lo que tengo, Duv, tú y el niño.


Para mí, su amor tiene un gusto desagradable, y su sentimentalismo todavía me gusta menos. Le digo:
 

- Ya no leo mucho de lo que hay debajo, Jude. Últimamente me cuesta demasiado. Pero de todos modos no vale la pena discutirlo. Soy una sanguijuela inútil, y he tomado prestado más de lo que puedes darme. La oveja negra de tu hermano mayor siente demasiada culpa ya tal y como están las cosas. Que me maldigan si jamás vuelvo a pedirte dinero prestado.
- ¿Culpa? Tú hablas de culpa, cuando yo...
- No - le advierto -, no se te ocurra empezar ahora con eso de la culpa, Jude. Ahora no. - Su remordimiento por su antigua frialdad hacia mí tiene un sabor aún más desagradable que su amor reciente -. No tengo ganas de determinar la proporción de culpas esta noche. [...]"



Silverberg, Robert: Muero por dentro,
México, Roca (Súper Ciencia Ficción 104), 1987, pp. 29-30

lunes, 1 de julio de 2013

1

Salta el gorrión
recogiendo ramitas
para su nido.

Saramago!



“Hablando con el mayor rigor, pienso que las llamadas falsas memorias no existen, que la diferencia entre éstas y las que consideramos ciertas y seguras se limita a una simple cuestión de confianza, la confianza que en cada situación tengamos en esa incorregible vaguedad a la que llamamos certeza.”

José Saramago: “Las pequeñas memorias”, México, Alfaguara,  2007, p. 143.

miércoles, 19 de junio de 2013



El niño que fui no vio el paisaje tal como el adulto en que se convirtió estaría tentado de imaginarlo desde su altura de hombre. El niño, durante el tiempo que lo fue, estaba simplemente en el paisaje, formaba parte de él, no lo interrogaba, no decía ni pensaba, con éstas u otras palabras: «¡qué bello paisaje, que magnífico panorama, qué deslumbrante punto de vista!» […]

Saramago, José:
Las pequeñas memorias,
México, Alfaguara, 2007, p. 16.