De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Llego a casa.
Las perras olfatean
mis pantorrillas.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Explorando otras letras...

Últimamente han caído en mis manos algunos libros de escritores provenientes de países a los que uno normalmente no se acerca tanto como se debiera.
Comentaba más abajo algo sobre el japonés Yasanuri Kawabata, cuyo cuento "Sin palabras" (http://literaturajulilizkno.blogspot.com/2011/02/sin-palabras-yasunari-kawabata.html) me cautivó tanto que hasta he pensado en escribir un guión para teatro... experiencia que sería completamente nueva para mí, pero en verdad que esos cuentos merecen mucha más difusión.

Ahora estoy leyendo "Atlas descrito por el cielo", del serbio Goran Petrovic. Fantasía pura plasmada en una cautivante narrativa poetica, que logra involucrar a los lectores en una atmósfera tan mágica que no faltan ganas de tomar las maletas y mudarse a vivir con los personajes.
De los múltiples párrafos excelentemente bien logrados, transcribo uno que, aunque pequeño, transmite muy bien el espíritu de toda la obra:

"Al igual que la serpiente se libera de su piel, se renueva en el hombre la epidermis del alma, por lo cual éste se vuelve, por un tiempo, muy vulnerable, impotente para defenderse de cualquier emoción fuerte, permitiendo que dichas emociones lo invadan por completo."

Petrovic, Goran. "Atlas descrito por el cielo", México, 2008, Sexto Piso, p. 87

jueves, 8 de septiembre de 2011

Dos tercetitos...

con pretenciones de haiku...


Pido disculpas
a las hojas marchitas
de la lechuga.

¡Cuántos recuerdos!
Escogiendo naranjas
en el mercado.

martes, 6 de septiembre de 2011

Otra gotita...

... extraída del tintero de los clásicos:

‒Cuando veo flotando esos punticos infinitos… [Las manchitas que se ven flotando en el ojo cuando uno voltea hacia un espacio vacío] ‒volvió a repetir Uryu‒ me parece que son mi propia existencia, el mundo de mi propio corazón. Mis pecados y mi vergüenza se convierten en una nube gris de polvo que llena el espacio vacío…
‒¡Uhm! ‒ musité. Y durante un rato no hice ningún comentario.*


(Acabo de descubrir por casualidad a este autor japonés,
Premio Nobel de Literatura en 1968.
Estoy fascinado.)


* “Con naturalidad” en Kawabata Yasanuri, Primera nieve en el monte Fuji, Norma-Verticales de bolsillo, Bogotá, 1998, p. 63.