De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 1 de marzo de 2013

¿Cardo o ceniza?

¿Cómo será mi piel, junto a tu piel?
¿Como será mi piel, junto a tu piel?
¿Cardo cenizas? ¿Cómo será?

Si he de fundir mi espacio frente al tuyo
¿Cómo será tu cuerpo al recorrerme?
y cómo...
mi corazón, si estoy de muerte.
Mi corazón, si estoy de muerte.

Se quebrará mi voz cuando se apague
de no poderte hablar en el oído.
Se quemará mi boca salivada
de la sed que me queme si me besas.
De la sed que me queme, si me besas.

¿Cómo será el gemido y cómo el grito?
Al escapar mi vida entre la tuya
y ...
¿Cómo el letargo
al que me entregue
cuando adormezca el sueño entre tus sueños?

Han de ser breves mis siestas,
mis esperos despiertan con tus ríos.

Pero, ¿pero cómo serán mis despertares?
Pero, ¿cómo serán mis despertares?
Pero, ¿cómo seran mis despertares?
Cada vez que despierte avergonzada.
Cada vez que despierte avergonzada.
Pero, ¿pero cómo serán mis despertares?
Pero, ¿cómo serán mis despertares?
Pero, ¿cómo seran mis despertares?
Cada vez que despierte avergonzada.
Cada vez que despierte avergonzada.

 Chabuca Granda


1 comentario:

Vania dijo...

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