De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 20 de diciembre de 2013

« [...] yo contesto que no se puede expresar en palabras lo que nunca estuvo en palabras. Uno puede probar sólo con aproximaciones, y el mejor esfuerzo no puede sino distorsionar la verdad, hacerla más burda. Pues debo transformar percepciones en palabras y anotarlas tal y como mis habilidades me lo permiten, y después debes recoger mis palabras escritas y traducirlas al sistema de percepciones que tu mente habitualmente usa, y en cada etapa de esta transmisión se diluye un nivel de densidad hasta que sólo queda la sombra de lo que realmente sucedió [...] »

Silverberg, Robert: Tiempo de cambios
México, Roca (Súper Ciencia Ficción), 1988, p. 150.

1 comentario:

Espaciolandesa dijo...

Muy cierto. Siempre me pregunto al leer algo "basado en un hecho verdadero", por ejemplo, cuán distorsionado estará ya.