De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 24 de julio de 2015

Mäs allá del ruido del agua, Antología del haiku japonés contemporáneo

"Más allá del ruido del agua, antología del  japonés contemporáneo",

pdf para descargar:
Más allá del ruido del agua

martes, 21 de julio de 2015

Sobre la diferencias entre escribir cuentos y novelas

«Tal vez dejé de hacerlo [escribir cuentos] porque en realidad aprendí a escribir novelas […] tratar un tema en profundidad, en un formato largo me parecía natural. Me acostumbré a tener espacio para estudiar bien las cosas. Para detenerme un poco. Para construir a través de muchas escenas diferentes. Incluso los pocos cuentos que escribí en los últimos años eran ideas para ser desarrolladas en la extensión de una novela, ideas que trataban de formarse.
[…]
Y ahora no podía escribir cuentos.
Ni siquiera podía pensar un cuento. »


Orson Scott Card

lunes, 20 de julio de 2015

América, Orson Scott Card

«[…] y yo soy el único que sabe la verdad. Durante mucho tiempo pensé que iba a llevarme esta historia a la tumba, pero ahora me doy cuenta de que no puedo hacerlo. Tal como yo lo veo, no se me permitirá morir hasta que la escriba. Hace mucho que mi trabajo real ha terminado, así que ¿por qué razón estoy vivo? Pienso que la Tierra me ha mantenido con vida para que pueda contar la historia de su victoria, y os ha mantenido a vosotros con vida para que podáis oírla. Los dioses son así. No les basta estar al mando de todo. También quieren ser famosos.»

Scott Card, Orson: “América” en La gente del margen,
Barcelona, Zeta (Ciencia Ficción Nova), 2011, p. 321.

sábado, 18 de julio de 2015

Teatro Ambulante, Orson Scott Card

«No quiso oír la respuesta. No quería tener nada que ver con ella. Estaba avergonzado […] Tantos años guardándose las cosas, tantos años sin acercarse a nadie sin hablar de nada de lo que quería hablar, y ahora cuando por fin dejaba escapar algo que realmente le importaba, tenía que ser ante ella.                Le volvió la espalda y se alejó. Ahora que no estaba tan cerca de ella, ahora que no le estaba prestando atención se dio cuenta de que había más gente hablando. El sonido viajaba bien en el aire seco y claro de la noche. Probablemente todos los de las tiendas habían oído la conversación. Probablemente hasta se estaban asomando para ver qué pasaba. Ninguna humillación era completa si no había testigos.»

Scott Card, Orson: “Teatro ambulante”, en La gente del margen,

Barcelona, Zeta (Nova Ciencia Ficción), 2011, p. 296.

viernes, 10 de julio de 2015

La gente del margen, Orson Scott Card



«Al principio, Teague se quedaba mudo de asombro. Era obvio que en ese tiempo él había negociado solamente con los hombres, hablando con palabras de una o dos sílabas en oraciones de tres o cuatro palabras, y nunca había tenido idea de la forma en que una mujer visita a otra ni de la forma en que las mujeres se ayudan unas a otras en lugar de tratar de hacer negocios.
–Se llama civilización –le dijo ella a Teague, entre una visita y otra–. Las mujeres la inventaron y cada vez que ustedes los hombres hacen que vuele por los aires, la inventamos de nuevo.»


Scott Card, Orson: La gente del margen,
Barcelona, Zeta (Ciencia Ficción Nova),
2011, p. 91.

jueves, 9 de julio de 2015

Tarde lluviosa.
En el fondo del vaso
gotas de vino.