De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

martes, 29 de agosto de 2017

Esta historia, Alessandro Baricco

« El conde D’Ambrosio metió la marcha, preguntándose qué habría, en ese niño, que no era normal. Se acordaba de él el día anterior, en medio de aquella lluvia, agachado sobre la bicicleta, bajo el rótulo de GARAGE: por mucho que pudiera parecer absurdo, en aquel pequeño paisaje sobre todo estaba él: todo lo demás quedaba un paso atrás. De repente le vino a la memoria dónde había visto ya algo parecido, y era precisamente en los cuadros que relatan las vidas de los santos. O de Cristo. Siempre estaban llenos de gente, y todos hacían cosas que incluso eran extrañas, pero el santo era a quien uno veía de inmediato, no había ni que buscarlo: el que entraba primero por los ojos era el santo. O Cristo. […] »

Baricco, Alessandro: Esta historia.

Barcelona, Anagrama, 2006. p. 43.

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