De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 22 de mayo de 2020

Nunca me abandones, Kazuo Ishiguro


«Al mirar aquellos dibujos no podía evitar pensar en ello, por mucho que intentara apartarlo de mi cabeza. Pensaba que los dibujos de Tommy no eran ya tan frescos. Cierto que en muchos aspectos aquellas ranas eran muy parecidas a lo que yo le había visto en las Cottages, pero les faltaba algo, y ahora parecían recargadas, e incluso casi copiadas. Así que la sensación había vuelto, por mucho que yo había intentado apartarla. Y se resumía en lo siguiente: lo estábamos haciendo demasiado tarde. Había habido un tiempo para ello, pero lo habíamos dejado pasar, y había algo de ridículo, e incluso de censurable, en el modo en que ahora concebíamos y planeábamos nuestro futuro.»

Ishiguro, Kazuo, Nunca me abandones.
México, 2019, Anagrama-Océano (Compactos 420), p. 297.

No hay comentarios.: