De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

martes, 2 de febrero de 2021

La voz de su amo. Estanislav Lem

 

« […] se sobrecargaba intencionalmente de trabajo porque de ese modo no tendría que encontrarse a solas consigo mismo, nunca tendría el tiempo necesario para ello. Se hacía cargo de los problemas de los demás y entendía tan bien a la gente, que uno presuponía naturalmente que también se entendía a sí mismo. Presunción equivocada, según creo.
            » […] Era pues, un Sísifo por elección; la magnitud de sus esfuerzos disimulaba todo fracaso, pues si él mismo establecía las reglas y las leyes de su actividad, nadie podía saber son certeza si estaba llevando a cabo todo lo que se había propuesto o tropezaba a veces, […] »

Lem, Stanislav: La voz de su amo.
Barcelona, Edhasa (Clásicos Nebulae), 1989, pp. 82-83.

No hay comentarios.: