De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

miércoles, 4 de junio de 2025

A veces me caigo tan mal...

 

LES platico que estaba en un restaurante; en eso se acerca un empleado a retirar los platos, y que me llega un aroma muy agradable..

y lo primero que pensé fue: '¿de dónde saca un garrotero para una colonia tan fina?'.


O sea, afloró ese yo clasista que creía tan erradicado...


Y que me siento cucaracha. Ni cuando sale a la luz ese pequeño camisa negra que todos llevamos dentro me regaño tan feo.

Tengo mucho camino aún por delante para quitarme muchas telarañas mentales.


* por cierto, nunca me había percatado de que el personal de los restaurantes no huele a nada. ¿Habrá alguna política para prohibirles el uso de perfumes que distraigan del olor de los platillos?

No hay comentarios.: