Un tallo roto.
Su flor mordisqueada
yace en el piso.
La oruga caída
huye de las hormigas. *
* alguna vez me hice el propósito de no intentar escribir tankas (me parecían --y aún lo pienso-- muy snobs).
Pero no soy capaz de poner en un haiku la imagen de una oruga que, por tragona, se vino abajo con todo y la flor que se estaba comiendo.
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