De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

jueves, 5 de junio de 2008

Los ratones

Oxcutzcaab es un pequeño pueblecito situado justo en el centro de la península de Yucatán. La mayoría de sus habitantes son albañiles, oficio que se ha transmitido de generación en generación seguramente desde hace siglos, y del que están tan orgullosos como de su lengua, el maya.

Durante la década de los cincuenta del siglo XX, algún arqueólogo descubrió los talentos de los lugareños, y los comenzó a emplear para la restauración de sitios arqueológicos. En la actualidad, los especialistas compiten por conseguir a las mejores cuadrillas de los "ruineros de Oxcutzcaab", cuyos elementos poseen conocimientos de arquitectura prehispánica que harían palidecer a muchos arqueólogos titulados...

Esto viene a cuento porque en el cuaderno de un cabo de albañiles del lugar, entre cuentas de bultos de cemento y cal, la bitácora de los jornales y otras cuentas, se encontraba uno pequeñas rimas, a veces escritas en maya o a veces en español, como la siguiente:

"Me gusta la pepsi
me gusta la coca,
pero lo que más me gusta
¡es el sabor de tu boca!"

de ellas, rescato el texto siguiente:

Los ratones

Los ratones van a la escuela
de noche, con una vela.
Aprenden a comer el queso
y después, se dan un beso.
Aprenden a mover la cola
y a bailar en la cacerola.

La maestra les dibuja en harina
el mapa de la cocina.
Les muestra fotografías
de los gatos de la comisaría.

Los ratones vuelven de la escuela
con un cuaderno y una vela.
Triqui, triqui, trás
Triqui, triqui, trás

La trampa adelante
¡y el rabo detrás!

Alberto Be Ku

Albañil yucateco

3 comentarios:

Angela Arias Molina dijo...

Hola. Hace unas semanitas que no me doy una vuelta por aquí, hoy que reviso me encuentro nuevas entradas :) Me ha gustado mucho estos versos. Ojalá subas más un días de estos. Saludos!!!

jimeneydas dijo...

Gracias, Ángela... te comento que a este tipo de rimas se les conoce como "bombas" yucatecas, porque cuando terminan se grita la interjección "¡bomba!".
Las "bombas" generalmente son satíricas (ej. "Ayer pasé por tu casa /y me ladraron los perros / Quise agarrar una piedra / y se me embarraron los dedos" ¡Bomba!). A esto hay que añadir que el acento yucateco, por influencia de la lengua maya, es muy glotal, lo que da a las bombas una sonoridad particular y hace que suenen "chistoso"...

Angela Arias Molina dijo...

¡Ja, ja! Es curioso, pero en mi país es exactamente igual, a pesar de la distancia geográfica entre México y Costa Rica. De hecho, lo que nosotros tenemos son las "bombas guanacastecas". Algunas empienzan igual (con el "ayer pasé por tu casa..."), pero otras no, sino que son como frases más desafiantes. Eso sí, entre "bomba" y "bomba", además de la música, se grita "bomba", igualito que en México. Y el acento con el que se cantan las bombas es con el guanacasteco y/o rural, que se asemeja un poco al nicaragüense, y que es lo que vulgarmente llamamos un acento "polo", lo cual no es bueno, porque de hecho tiene connotaciones discriminatorias hacia el campesinado, a pesar de que se consideran las bombas como parte de la cultura costarricense. Mira nada más la ironía e hipocresía en la que vivimos aquí en Costa Rica!!!
Pero las bombas sólo salen a relucir en CR cuando se celebra la anexión del partido de Nicoya. Es un defecto de la cultura de mi país: se considera que la cultura tica es sólo la de Guanacaste, pero no la de las otras 6 provincias.
Ya hablé mucho, así que por hoy me callo. Saludos....de nuevo ^^ !!!