De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

lunes, 14 de noviembre de 2011


Buscando ratón
mis perras se envuelven
de telarañas.

2 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

Llamada Negra
era su gusto cazar
hasta que murió.


La atropellaron y tuve que sacrificarla.

Una vez una rata se cayó del camión de la basura, la persiguió y la rata la mordió en la nariz.

Así que cuidado con la cacería de ratones :)

Anónimo dijo...

Media taza
Cafe y tres sonetos
sabor lirico.

Para tu rincon si merece el espacio.


Saludos eternos .

P.