De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

domingo, 4 de agosto de 2019

El cementerio vacío, Ramiro Pinilla


«Estábamos tan unidas que nos habíamos hecho la promesa de no casarnos nunca. Todo el tiempo juntas, escapando de los trabajos y de los chicos. –No habla para nosotros, sino para sí misma, reviviendo el pasado–. A veces echábamos la siesta juntas, en su cama o en la mía..., aunque sólo una tarde vino Anari a la mía, y aquella noche dormí cuidando de no deshacer el hueco dejado por su cuerpo en el colchón. Pero siempre dormíamos la siesta en su cama. Un día le pregunté cuántos días duraba mi hueco en su colchón y no lo sabía, nunca pensó en mi hueco como yo en el suyo. [...] »

Pinilla, Ramiro: El cementerio vacío:
un caso para Samuel Esparta.
Barcelona, Tusquets (Andanzas 801), 2013, p. 139.