De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 2 de febrero de 2024

Jerzy Andrzejewski, "Cenizas y diamantes"

 « Había consentido toda esa historia tentada sólo por el capricho de una aventura fugaz y sin importancia. Había querido acostarse por una noche con un chico guapo y extraño . Eso era todo. ¡Le había parecido una excelente pareja! Había pensado que se mostraría cínico, seguro de sí mismo y bastante vulgar y que la trataría un poco como a una cualquiera. En cambio, resultaba tímido en su apasionamiento juvenil, delicado y cariñoso.
El silencio, que se prolongaba demasiado, empezó a molestarle a Krystyna [...]»

ANDRZEJEWSKI, Jerzy: Cenizas y diamantes.
Barcelona, Bruguera (Narradores de hoy). 1985, p. 286.

No hay comentarios.: