Me gustan los libros de escritores que pueden crear mundos novedosos (Baricco, Petrovic), los que pueden construir personajes tan creíbles y entrañables (Vea Káiser) y los que logran las dos cosas en una misma obra (Úrsula K LeGuin) o la prosa deslumbrante de Saramago.
Me encanta Vargas Llosa porque quisiera poder escribir así, y ahora descubrí a Im Seong-Sun, que me atrapó porque ¡escribe como yo!, bueno, como las no más de veinte páginas que he logrado concretar...