De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

domingo, 9 de agosto de 2015

Kenzaburo Oé en El grito silencioso



« […] muy apenado, y tras decir estas palabras guardé silencio. Aunque el monje también calló, como si aceptara lo que le había dicho, para entonces yo ya veía claro que la expresión de placidez y respetabilidad que mostraba simpre su cara no era más que una máscara que ocultaba su verdadera personalidad, hipócrita y porfiada. […] Guardaba silencio porque le daba pena mi abatimiento, pero no porque compartiera mis opiniones.»


, Kenzaburo: El grito silencioso, 
Barcelona, Anagrama (Colección Compactos), 
2013, p. 252.

No hay comentarios.: