De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

viernes, 21 de septiembre de 2018

La casa, la isla, segunda selección

« Ninguno se atrevía a más, aunque siempre parecía que ascendían un pequeño escalón. Y jamás hablaban de lo que realmente hacían. Era como si ambos alzaran un muro compartido, pero cada parte del muro tenía ladrillos diferentes. Los de él eran los ladrillos de una timidez casi patológica, y sencillamente no saber qué más podía hacer con aquello que de pronto se abandonaba entre sus manos. Los de ella eran la intuición de un miedo. »

Menéndez, Ronaldo: La casa, la isla.
México, Alianza Editorial (Alianza de novelas), 2016, p. 233.

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