De "El canto del pájaro", Anthony de Mello

El discípulo se quejaba constantemente a su maestro:

«No haces más que ocultarme

el secreto último del Zen».

Y se resistía a creer sus negativas.

Un día, el Maestro lo llevó a pasear por el monte.
Mientras andaban, oyeron cantar a un pájaro.


«¿Has oído el canto de ese pájaro?»,
le preguntó el Maestro.

«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que
no te he estado ocultando nada».

«Sí», asintió el discípulo.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Las pasiones de Juan, Emperatriz Sánchez Londoño


« […] pero era extraño lo que me ocurría con ella, una leve sensación de hastío una vez terminábamos nuestro acto sexual. Sin embargo, realicé múltiples intentos por encontrarla atractiva para mis sentimientos, pero mis intenciones nunca me permitían ir más lejos de lo que mis ojos veían. Nunca lo pude lograr, de ella sólo me importaba su cuerpo, la manera en que me hacía sentir, su perfume, la pícara sonrisa de sus canosos labios cada vez que alcanzaba el clímax […]»
 
Sánchez Londoño, Emperatriz: Las pasiones de Juan.
México, Ediciones B, 2009, p. 14.

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